LA CIENCIA COMO ESTRATEGIA DE MOTIVACIÓN

Esta entrada corresponde a la sesión 10

En esta entrada trataremos el tema de la motivación en el alumnado hablando particularmente sobre mi situación en la asignatura de Física y Química, y la resistencia actitudinal de los alumnos hacia la misma.

La asignatura Física y Química siempre ha tenido y continúa teniendo una mala reputación entre el alumnado de secundaria. Normalmente se ha considerado una asignatura difícil y aburrida, que en términos generales suscita poco interés y atracción (Coca, 2015).

Este desinterés hacia la ciencia es mayor conforme aumenta la edad del alumno (George, 2006), siendo más notable en los cursos superiores de educación secundaria (3.o y 4.o de ESO), en los que los alumnos se sienten más desmotivados.

Las causas de esta percepción negativa hacia la ciencia según Solbes et al. (2007) son:

• la desvalorización social causada por ideas preconcebidas

• repercusiones perjudiciales sobre el medio ambiente y la sociedad

• el carácter sexista

• la enseñanza tradicional poco motivadora e inconexa con contextos cotidianos.

Desde mi punto de vista esta última causa señalada es la que cobra mayor fuerza hoy en día. Los alumnos de secundaria destacaron la escasez de experiencias prácticas y un perfil monótono de enseñanza de Física y Química, rechazando las clases teóricas tradicionales y mostrando un alto interés por propuestas dinámicas de trabajo en grupo y experimentación.

El papel de los maestros es esencial y deben diseñar programaciones didácticas que permitan al alumno disfrutar del aprendizaje de las ciencias, pues ya en varias ocasiones se ha verificado que el uso de metodologías innovadoras de enseñanza distintas a la tradicional mejora considerablemente la motivación y el interés hacia la ciencia.

En ciertas situaciones el acercamiento de la ciencia a la vida cotidiana muestra al alumno el alto grado de involucración de esta en el entorno y facilita su aprendizaje mediante el uso de ejemplos o tareas familiares para el alumnado

Este tipo de actividades más innovadoras en el ámbito educativo que involucran un ámbito real logran captar la atención del alumno y motivarlo gracias a la contextualización socioambiental de la ciencia; sin embargo, existe otro elemento motivador que hay que tener en cuenta en este tipo de actividades, como es su acción recreativa, experiencias divertidas y agradables mediante la recreación de actividades científicas.

Con esta metodología no solo se consigue «combatir el aburrimiento», sino que además se enseña a pensar, a aprender y a potenciar la curiosidad y la imaginación, generando nuevos aprendizajes.

En esta entrada vamos a dar valor sobretodo a dos proyectos que me han gustado particularmente y son

1. CIENCIA EN LA COCINA, una propuesta innovadora sobre la aplicación de conceptos físicos en la cocina

2. CIENCIA EN EL TEATRO, propuesta de aula que apuesta por la implementación de una obra teatral en la cual los alumnos son actores representando a propios científicos

En el primer caso la propuesta de enseñanza usa los principios científicos que se encuentran inmersos en la actividad culinaria como medio para trabajar algunos de los contenidos relativos a la energía y los cambios de la materia pertenecientes al tercer curso de la ESO de la asignatura Física y Química.

Además esta actividad permite adquirir competencias específicas de la asignatura no tan orientadas a los contenidos técnicos en sí mismo, por ejemplo, sobre la base del respeto y la no discriminación por razones de sexo.

En esta propuesta se ha realizado una gráfica que muestra los objetivos marcados con la actividad a adquirir por los alumnos

La característica principal de la metodología propuesta es el apoyo en la ciencia recreativa para generar un ambiente de aprendizaje divertido e informal que estimule el interés de los estudiantes y capte su atención. Los alumnos aprenden mientras se divierten consiguiéndo estos objetivos a través de la actividades prácticas en las que el alumno tiene un papel muy activo, fomentando la reflexión crítica, la toma de decisiones y la motivación.

Desde un papel parecido, la segunda actividad impone la realización de una obra de teatro en la que los alumnos, interpretando a científicos, deben de luchar por la adquisición de becas debiendo enfrentarse a una entrevista de trabajo simulada, desarrollando competencias actitudinales, siendo un ejercicio de autoanálisis de fortalezas y debilidades, en esta en la que tienen que vender el proyecto científico seleccionado.

Durante las siguientes sesiones, los alumnos diseñaron y propusieron su propio plan de trabajo teniendo en cuenta sus objetivos, recursos y tiempo disponible. Especificando las variables y muestras a estudiar, experimentos, etc. Aquí se adjunta el cronograma de sesiones que se llevaron a cabo.

Ambas dos situaciones tras su implementación demostraron un gran gran cambio actitudinal hacia las ciencias, demostrando todo lo impuesto previamente sobre las actividades recreativas generadas con la ciencia.

Cada una de estas actividades en todos los casos se incluyen conceptos técnicos complejos a desarrollar y deducir por el alumno con la ayuda del profesor, sin embargo es mucho más fácil adquirirlos tras la experimentación previa inspeccionando posteriormente sus causas y las fórmulas físicas para poder predecir en situaciones futuras la actuación de estos cuerpos en los experimentos.